El reciente aumento de las violaciones de los derechos humanos y la violencia en México nos deben llevar a una reflexión profunda. En México, alrededor de 28,000 personas han desaparecido y más de 150,000 han sido asesinadas a lo largo de la última década, como consecuencia de la ilegalidad y la violencia generalizadas que a menudo se asocian con la guerra contra los cárteles del narcotráfico. México también se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para los periodistas. Tan solo en 2016, un periodista fue asesinado cada mes.

El aumento de la violencia en el Triángulo Norte de Centroamérica también es impresionante. Honduras y El Salvador tienen las tasas de homicidio doloso más elevadas del mundo—ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente. Guatemala (que ocupa el séptimo lugar en el ranking) no se queda muy atrás. En particular, Honduras y Guatemala se destacan por sus tasas de violencia increíblemente elevadas contra defensores del medioambiente y líderes indígenas.

Lamentablemente, las violaciones de los derechos humanos frecuentemente quedan impunes en la región. La crisis de impunidad—entendida como la falta de consecuencias del comportamiento ilícito y de reparación para las víctimas—es uno de los principales desafíos para lograr la igualdad y la justicia en la región. Si bien la violencia generalizada y el desgaste del tejido social afectan a todos y todas, la tendencia en sí misma, así como sus consecuencias, son más agudas en las comunidades pobres y marginadas.

Sin embargo, hay individuos y organizaciones excepcionales que se están alzando en contra de la violencia, los abusos de los derechos humanos y la falta de rendición de cuentas en la región. Se destacan por llevar a cabo la dura labor de luchar por los derechos de las personas, incluso cuando se enfrentan a la violencia y las represalias. Es un honor y un privilegio para la fundación reconocer a cuatro de nuestros donatarios que recientemente han recibido reconocimientos especiales por su extraordinaria labor y dedicación a la promoción de los derechos humanos.

  • Miriam Miranda es una líder indígena garífuna y presidenta de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH). Recientemente fue galardonada con el premio ambiental Carlos Escaleras por su trabajo en la defensa y protección de los territorios indígenas en Honduras. Miriam ha dedicado su vida a defender los derechos culturales y los derechos sobre la tierra del pueblo garífuna en su país. OFRANEH es la organización de base garífuna más antigua y más ampliamente reconocida en Honduras. Además de defender los derechos sobre la tierra y promover estrategias de adaptación para abordar el cambio climático, OFRANEH trabaja en cuestiones relacionadas con el VIH/SIDA, radio comunitaria y educación bilingüe.
  • El Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) recibió el Reconocimiento al Compromiso con los Demás, del Centro Mexicano para la Filantropía. El Centro Prodh tiene una historia de 28 años de lucha por los derechos humanos en México. La organización ha defendido a numerosas personas, entre ellas a 11 sobrevivientes a la tortura sexual a manos de la policía durante las protestas en Atenco, y ha llevado casos emblemáticos, como el de las ejecuciones extrajudiciales en Tlatlaya,  y el de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa.

La BBC publicó recientemente su lista de las 100 mujeres más inspiradoras e influyentes de 2016, y entre ellas se encontraban las líderes de dos organizaciones donatarias de la Ford.

  • Mercedes Doretti es una de las cofundadoras del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). La organización fue establecida en 1984 para poner el poder de la ciencia forense al servicio de los derechos humanos, ayudando a las familias de las víctimas a investigar los delitos cometidos contra sus seres queridos. Como investigadora senior y coordinadora del Proyecto Frontera de la organización, Mercedes ha liderado las investigaciones de los casos de migrantes desaparecidos en las zonas fronterizas de México-Centroamérica y EE.UU-México. Asimismo, el EAAF ha investigado casos penales que se han convertido en emblemas de la creciente violencia contra poblaciones vulnerables en México, como el de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa y la docena de fosas clandestinas identificadas durante la búsqueda de los estudiantes.
  • Morena Herrera es una feminista salvadoreña y miembro del equipo de coordinación de La Colectiva Feminista para el Desarrollo Local (La Colectiva). La Colectiva lleva más de una década trabajando por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, impulsando el empoderamiento de las mujeres mediante la promoción de la soberanía económica, la justicia ambiental, y la participación civil. Morena además lidera la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto en El Salvador, una organización que promueve la despenalización del aborto y defiende a mujeres encarceladas por haber tenido un aborto y por delitos relacionados.

Reconocer los esfuerzos individuales y colectivos de estas líderes y organizaciones dedicadas a la justicia social, nos ayuda a ver que, a pesar de los desafíos reales en la región, hay hombres y mujeres valientes que no solo creen en la justicia, sino que luchan por ella día a día. También nos recuerda que, si bien la tarea es ardua, tenemos muchos motivos para mantener la esperanza.